La salud mental de soldados y policías se ve afectada por distintos elementos, desde la doctrina militar impartida hasta los impactos de los combates y el conflicto armado. Las masculinidades castrenses son concebidas como invulnerables, por esta razón tramitar las profundas secuelas psicológicas generadas por la guerra es una acción que se considera contraria a esta creencia, lo que profundiza las dificultades en este proceso. Es necesario transformar el mito de que el hombre militar no se enferma, no siente empatía, no es vulnerable.
Deficiencia en la administración de justicia: El seguimiento a las violencias de muchos integrantes de la fuerza pública es ineficaz, debido principalmente a 3 razones:
Podemos concluir que hay una sistematicidad de los actos de violencia cometidos por hombres de la fuerza pública en distintos territorios, así como la falta de celeridad y efectividad en el abordaje de las VBG, llama la atención como en la sentencia hito de 1990 se asume como responsable al Estado por hechos sucedidos en 1987, sin embargo, han pasado más de dos décadas para el diseño y puesta en marcha de protocolos al interior de la fuerza pública.