De una masculinidad deseable a una posible

En las instituciones militarizadas existen órdenes de género en tanto están producidas como estructuras armadas a partir de jerarquías, subordinación y castigo/feminización las cuales reproducen prácticas y discursos misóginos que legitiman el guerrerismo y las violencias.

Las instituciones militares estructuran otros niveles de orden a través de sistemas de clasificación como:

Raza
Etnia
Clase social

Por ejemplo, dentro de las caracterizaciones del cuerpo policial se establece que el 77,63% de las personas afro de la institución hacen parte del nivel ejecutivo, mientras que solo el 1,71% de esta población tiene un rango de nivel oficial. Coronel es el cargo más alto ocupado por una persona afro en la institución y Mayor en el caso de la población indígena. Estos elementos muestran, además de una población policial poco diversa, como se reproducen desigualdades sociales al interior de la institución (Temblores, 2024)

“Familia, Dios y patria”

Opera como una especie de mantra que resuena tanto en el entrenamiento militar y policial, se incorpora en los saludos y las interacciones en el ejercicio de su labor. Esta triada es una especie de homenaje a las instituciones responsables de “dar forma” a ese sujeto masculino deseable y necesario para la defensa de los valores tradicionales.

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